
La totuma, también conocida como tapara o mate, es un objeto artesanal con una rica historia y un fuerte arraigo cultural en los llanos colombianos. Fabricada a partir del fruto del árbol de totumo (Crescentia cujete), esta vasija natural ha acompañado a las comunidades llaneras durante generaciones, desempeñando un papel fundamental en su vida cotidiana.
En la época de antaño, la totuma era un elemento omnipresente en los hogares llaneros. Se utilizaba para una amplia variedad de propósitos, desde beber agua y almacenar alimentos, hasta servir como recipiente para cocinar, transportar leche o miel, e incluso como instrumento musical. Su versatilidad y durabilidad la convertían en una herramienta indispensable para la supervivencia en el llano.
Las totumas se elaboraban de forma artesanal, utilizando técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación. El proceso implicaba la selección del fruto adecuado, su corte y limpieza, el secado y ahumado, y finalmente, la decoración con diferentes técnicas de talla y pintura. Cada totuma era única, con su propia forma, tamaño y diseño, reflejando la creatividad y el ingenio del artesano.
Sin embargo, en la era moderna, la totuma se enfrenta a una dura batalla por su supervivencia. La llegada de materiales sintéticos y la producción industrial han desplazado en gran medida el uso de este objeto tradicional. Las nuevas generaciones, fascinadas por la modernidad, parecen haber olvidado las bondades y la utilidad de la totuma.
Es importante recordar que la totuma no solo es un objeto práctico, sino también un símbolo cultural invaluable. Representa la sabiduría ancestral, la conexión con la naturaleza y la identidad cultural de los llanos. Permitir que este objeto desaparezca sería una pérdida irreparable para el patrimonio cultural de la región.
Es necesario tomar medidas para proteger y promover la totuma. Se pueden implementar estrategias como:
- Fomentar la educación y el conocimiento sobre la totuma en las nuevas generaciones, resaltando su valor cultural e histórico.
- Apoyar a los artesanos que todavía fabrican totumas de forma artesanal, brindándoles capacitación, apoyo financiero y espacios para comercializar sus productos.
- Promover el uso de la totuma en diferentes contextos, como en restaurantes, eventos culturales y actividades educativas.
La totuma es un tesoro ancestral que no podemos dejar perder. Es nuestra responsabilidad proteger este legado cultural y asegurarlo para las generaciones futuras. Solo así podremos mantener viva la llama de la tradición y preservar la identidad cultural de los llanos colombianos.