Pedro Primitivo Vargas, conocido cariñosamente como «Mijitico,» es una leyenda viva del joropo araucano. Con más de 70 años, este bailador ha dedicado parte de saus últimos años participar en grandes certámenes de música llenera, en grandes escenarios tanto de Colombia como de Venezuela.
Nació y se crio en sabanas araucanas, junto a sus hermanos desempeñado desde niño las faenas típicas del llano. Sin embargo, desde muy joven Pedro mostró una inclinación hacia la música y la danza llanera. Aprendió los pasos del joropo observando a los mayores y practicando con sus amigos en las fiestas y reuniones sociales. Su dedicación y amor por el baile del joropo le permitieron desarrollar un estilo único, lleno de energía y autenticidad.
Trayectoria
A lo largo de su vida, «Mijitico» ha participado en innumerables festivales y concursos de joropo, no solo en Arauca sino también en otras regiones de Colombia y Venezuela. Su habilidad para interpretar el joropo con una mezcla de técnica y pasión le ha ganado el respeto y la admiración de compañeros y espectadores por igual.
Un Ejemplo para la Juventud
A pesar de su avanzada edad, Pedro Primitivo Vargas sigue bailando con la misma vitalidad de sus años mozo, dándole guerra a los muchachos cuando se encuentran en los festivales participando en la modalidad de baile del joropo autentico. “Dure más de 7 años padrotiandolos, levantanto el primer lugar en esos festivales famosos” -Asegura. como dice el mismo Su dedicación al joropo y su capacidad para mantener viva esta tradición llanera lo convierten en un modelo a seguir para la juventud. «Mijitico» no solo es un maestro del baile, sino también un llanero autentico que se desenvuelve muy bien en las faenas típicas del llano, hecho que lo convierte en un libro abierto para enseñanza de los jóvenes y la importancia de preservar y valorar la cultura llanera.
Su vida es un testimonio del poder, la pasión, la perseverancia, el tesón y la constancia, como dice el mismo: «Mijitico el que persevera triunfa en la vida». A lo largo de sus años ha demostrado que el amor por la cultura y las tradiciones puede ser una fuente inagotable de energía y motivación, sin importar la edad.
Pedro Primitivo Vargas «Mijitico» sigue siendo una figura icónica en la comunidad llanera, llevando con orgullo la bandera del joropo y motivando a las nuevas generaciones a seguir sus pasos, literalmente y figurativamente. Su historia es un recordatorio de que la danza es más que un arte; es una forma de vida que relaciona el pasado con el presente y el futuro.