Los llanos son extensas planicies caracterizadas por su vegetación y fauna diversa, ubicadas en diversas regiones del mundo, incluyendo América del Sur, Norteamérica y África. Estos ecosistemas únicos presentan una gran riqueza natural y cultural, ofreciendo un entorno ideal para la agricultura y la ganadería. Las llanuras son generalmente planas o con suaves ondulaciones, lo que facilita el drenaje y la formación de ríos y arroyos que atraviesan el paisaje.
En América del Sur, los llanos más conocidos son los Llanos del Orinoco, que se extienden entre Venezuela y Colombia. Esta región es famosa por su biodiversidad, incluyendo especies emblemáticas como el chigüire, el venado y diversas aves. La temporada de lluvias transforma estas llanuras en vastas áreas inundadas, mientras que la estación seca convierte el paisaje en una sabana seca. Este ciclo estacional influye significativamente en la vida silvestre y en las actividades humanas en la región.
En Norteamérica, las Grandes Llanuras (Great Plains) abarcan una vasta extensión desde Canadá hasta México, siendo cruciales para la producción agrícola, especialmente de trigo y maíz. Este tipo de llano es menos afectado por inundaciones estacionales, pero enfrenta desafíos como la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad debido a la intensiva agricultura. A pesar de esto, la región sigue siendo vital para la economía de los países que la comparten.
África también cuenta con importantes regiones llaneras, como las sabanas de Kenia y Tanzania, hogar de una fauna espectacular que incluye elefantes, leones y jirafas. Estas áreas son cruciales no solo para la conservación de la biodiversidad, sino también para el turismo, que representa una fuente significativa de ingresos. La conservación de estas llanuras es esencial para mantener el equilibrio ecológico y apoyar las economías locales.